Cascina Carlot

Una larga historia familiar que comienza, casi por casualidad, a finales del siglo XIX con Carlo Marchisio, conocido como Carlòt, único propietario de la masía y de los viñedos de alrededor. En 1920, al no tener herederos, encomendó la administración de la finca a Mario Mo, abuelo del actual propietario, quien trabajaba para él en ese momento. La tenacidad, la pasión y la determinación llevan a este último a comprar la finca unos años después. Así nació la dinastía Mo, ligada a esta tierra y, sobre todo, a Cascina Carlot. Mario tendrá cuatro hijos, pero solo dos estarán interesados en actividades agrícolas, a saber, Giovanni y Angelo, quienes de hecho se harán cargo de la administración de la finca. Llegando al día de hoy, los acontecimientos familiares han hecho que la herencia recaiga en Angelo y posteriormente en su hijo Claudio quien, hoy, continúa con orgullo el camino iniciado por su abuelo. Cascina Carlot es, por tanto, una bodega familiar, comprometida con el medio ambiente y con una carta de vinos de la tierra realmente excelente. Claudio Mo continúa con éxito la típica filosofía piamontesa según la cual el vino se hace primero en el viñedo y luego en la bodega y por eso ama la definición de viticultor, un hombre que trabaja en el viñedo. La cartera de productos expresa mejor estas raíces; todos los vinos cuentan la historia del territorio y cada cepa autóctona refleja su tradición. Consecuente con el amor por el territorio que vive, siguiendo los ritmos que marca la naturaleza, Claudio ha sentado las bases para crear una empresa regida por los principios de la biodiversidad, creando avellanos y huertas alrededor de los viñedos y creando sistemas de producción de energía basados en fuentes renovables. e, incluso, sobre la recogida de aguas pluviales. De Roero Arneis a Nebbiolo, de Barbera a Moscato, una excelente producción hecha con pasión y gran profesionalidad.