Kerner

Kerner es una vid que da nombre al vino blanco homónimo y probablemente estaría incluida en la familia de vides PIWI, ya que procede del cruce botánico de la uva Schiava con la Riesling del Rin, un injerto realizado en Alemania hace casi 100 años. De esta forma se obtiene un vino aromático, muy fragante y rico en acidez; esta característica permite que el kerner sea un vino ciertamente longevo. Es una vid especialmente apta para la viticultura de montaña, se puede cultivar también por encima de los 800/900 metros de altitud y, por sus características, tiene especial éxito en la elaboración de vinos espumosos con el método Charmat. En Italia está presente en el Alto Adige, especialmente en el Valle de Isarco, donde obtuvo la Denominación de Origen Controlada (DOC) en 1993. También tiene mucho éxito en países con climas bastante duros como Austria, Alemania y Suiza. El kerner tiene una gran estructura, frescura y mineralidad y es muy similar en propiedades organolépticas al Riesling. A diferencia de este último, tiene menor acidez y mayor cuerpo y estructura. El color es amarillo pajizo con reflejos verdosos, sus aromas son variados e intensos, con ligeras notas especiadas y matices afrutados y florales. En boca es fresco y sápido, equilibrado y con buena estructura. Es, sin duda, uno de los vinos blancos del Alto Adigio con más posibilidades de crecer en apreciación.