greco

El origen de esta vid es inequívoco, traída a nuestra península desde la Magna Grecia por los primeros pobladores helénicos, probablemente en el siglo VII a.C.. Hoy en día existen dos subvariedades de la Greco original, la Greco Bianco y la Greco di Tufo, provenientes del municipio del mismo nombre en la provincia de Avellino. Ambos son protagonistas de elegantes e importantes vinos blancos del sur. Estos blancos generalmente están listos de inmediato y permanecen intactos durante 3-4 años después de la cosecha, después de lo cual evolucionan con una excelente longevidad de hasta 10-12 años. La versatilidad de esta uva permite diferentes usos, por lo que la encontramos no solo en la versión "blanco seco", sino también en la versión espumosa y en la versión dulce "pasa". En general, Greco es un vino cálido, suntuoso, estructurado, dotado de personalidad y gran intensidad. Los aromas clásicos de Greco son profundos y recuerdan a melocotón, membrillo, almendras, miel y flores amarillas.