Vinos del Valle de Aosta 

La viticultura del Valle de Aosta es típicamente montañesa, por lo que podemos definirla, parece una sombra de contradicción, "heroica". Tiene una superficie de unos 3000 km2, enteramente montañosa, con las montañas más altas de Italia, sobre las que destaca el Mont Blanc. Tiene una superficie de viñedos muy pequeña (alrededor de 400 hectáreas), de las cuales el 70% está en la montaña y el resto en las colinas. El cultivo de la vid se sitúa sobre todo a lo largo de los 80 km del curso del Dora Baltea y, como suele ocurrir en zonas de montaña como la Valtellina o en algunas parcelas del Alto Adige, se dispone en terrazas sostenidas por muros de piedra que forman pequeñas parcelas, en su mayoría sostenidas por las propias raíces de las vides. En estas terrazas muy empinadas todos los procesos son estrictamente manuales. Las vides cultivadas en la región son casi todas autóctonas, también porque estas variedades tienen una gran vitalidad incluso en altitudes donde otras especies no sobrevivirían o no serían productivas: encontramos, entre los vinos tintos , los de uva negra, el Petit Rouge. , la Prëmetta y la Fumin, mientras que entre las de bayas blancas la Prié Blanc (además de los clásicos internacionales como Chardonnay y Pinot Noir). A pesar de su pequeño tamaño, la producción de vino del Valle de Aosta tiene una notable variedad y complejidad. Solo una DOC en la región (Valle d'Aosta o Vallée d'Aoste DOC), pero con 7 subzonas (Arnad-Montjovet, Blanc de Morgex et de La Salle, Chambave, Donnas, Enfer d'Avrier, Nus, Torrette ), bien caracterizada desde el punto de vista pedoclimático. Una pequeña producción, pero de gran calidad, esperando a ser descubierta.