Manincor

Manincor es una de las bodegas más antiguas del Alto Adigio y se extiende sobre unas 50 hectáreas de viñedo, en torno a siete fincas que pueden disfrutar de diferentes exposiciones, ideales para dar vida a una amplia gama de productos de calidad. Manincor cuenta con una tradición de más de 400 años en la zona de Caldaro, una de las zonas más fascinantes y adecuadas de todo Trentino Alto Adigio. De hecho, fue fundado en 1608 de la mano de Hieronymus Manincor quien recibió, por sus méritos a favor de Austria, unas hectáreas de tierra en los alrededores del lago Caldaro. Desde entonces la propiedad de Manincor ha pasado por varias propiedades, hasta que en 1978 fue comprada por los condes Enzenberg, familia que aún hoy es propietaria de la bodega, en la figura de Michael Goëss-Enzenberg. Hasta los años 90 Manincor sólo vendía uva propia, y fue Michael quien decidió dar marcha atrás, pasando a producir y comercializar sus propias etiquetas. Identifica las zonas más adecuadas, entre los diversos viñedos, o verdaderos Crus: Mazzon, Panholzer y Manincor para los tintos, donde Pinot Noir, Lagrein Merlot y Cabernet Sauvignon encuentran las condiciones ideales para el mejor crecimiento y Lieben Aich y Leiten que en cambio son los terruños donde mejor se producen las uvas blancas, a base de Moscato Giallo y Sauvignon.
Las operaciones en el viñedo se realizan con el objetivo de elaborar vinos naturales, que respeten los ciclos naturales de la vid. Precisamente por eso, se siguen los principios de la agricultura orgánica y biodinámica, protegiendo, en primer lugar, la biodiversidad circundante. Asimismo, en bodega, las intervenciones se limitan a acompañar de forma natural a la uva en su proceso de transformación. Cada viñedo se vinifica por separado, las fermentaciones son espontáneas y se realizan gracias al uso de levaduras naturales; el trasiego y embotellado se realizan siguiendo el ritmo de las fases lunares. Para la fase de afinamiento y crianza se utilizan barricas de madera que proceden directamente de las encinas de los bosques que rodean la finca Manincor. Vinos naturales, verdadera expresión del territorio, que sin embargo no renuncian a la delicadeza y elegancia que distingue a los productos del Tirol del Sur.