Rapitalà

Los vinos Rapitalà son el fruto de la feliz unión entre el alma siciliana y el saber hacer francés. En 1968, el conde Hugues Bernard de la Gatinais y su esposa Gigi Guarrasi de Palermo heredaron esta propiedad, destruida por el terremoto de Belice de 1968. Se reconstruyó la bodega y se replantaron los viñedos del Valle de Belice, incluyendo no solo las variedades nativas, sino también algunas de las Variedades francesas más queridas por el Conde de la Gatinais: así sucede que Rapitalà "toma posesión" de la personalidad del terruño siciliano, liberándolo con un elegante estilo de vino francés. A la vanguardia de la revolución de la calidad en Sicilia, Rapitalà fue uno de los primeros cinco productores de la isla en ofrecer vinos embotellados de propiedad, a partir de la cosecha de 1976. El legado de Hugues de la Gatinais y su esposa Gigi, hoy está dirigido por su hijo Laurent que, con la misma pasión y determinación, lleva adelante la misión familiar de integrar y mejorar las prácticas sostenibles y las nuevas tecnologías, así como internacionalizar el prestigio de estos vinos. Siguiendo por el camino de la sostenibilidad, Rapitalà ha comenzado a certificar algunos de sus viñedos como ecológicos. La primera empresa siciliana en plantar viñas francesas, la finca Rapitalà cubre aproximadamente 223 hectáreas en las colinas entre Alcamo y Camporeale, de 300 a 610 metros sobre el nivel del mar, y están expuestas al norte. La vendimia comienza en agosto y finaliza en octubre, con una vendimia tardía en noviembre. Esta peculiaridad de tres o cuatro meses de recolección en el mismo lugar es única en el mundo y se debe a la diferencia de altitud. Los viñedos están dedicados al cultivo de las típicas Cataratto Lucido y Nero d'Avola, además de variedades internacionales como Cabernet Sauvignon, Chardonnay y Syrah. El nombre Rapitalà se traduce como "hermoso jardín de Dios" y, de hecho, produce vinos etéreos y poderosos, que cumplen con las expectativas celestiales. Entre las joyas de esta bodega, el prestigioso Nero d'Avola, la quintaesencia de las uvas sicilianas traducidas en un vino con cuerpo y sabor a sutiles especias, el Tenuta Rapitalà Grand Cru Chardonnay Sicilia IGT 2013, una refrescante expresión del cautivador blanco berry, cuya fermentación comienza en acero inoxidable y se completa en roble francés, y el hechizante Nadir, Sirah 100%.