Castelveder

Castelveder es la historia de Renato y Elena Alberti, quienes en 1975, convencidos de que el secreto de las burbujas estaba en su tierra, plantaron confiados los primeros esquejes. Elena, estimada escritora y poeta, también ha trasladado su sensibilidad a la bodega, que parece haberse beneficiado mucho de ello. Con el tiempo, la pequeña empresa ha ido creciendo, con clase y poesía: la pasión, el tesón y la calidad del trabajo (y de los productos) han premiado una maravillosa intuición; hoy la nieta Camilla dirige la empresa con atención, cuidado y amor. Se producen unas 80.000 botellas, divididas en 8 etiquetas diferentes, todas caracterizadas por la delicadeza, la elegancia y la fidelidad a su territorio de origen. La sede histórica cuenta con salas elegantes y acogedoras para degustaciones y eventos destinados a promover no solo Franciacorta, sino también y sobre todo la historia y la cultura de esta espléndida zona.