Charles Heidsieck

En Reims, la "capital" de la región de Champagne (junto con Epernay), viven muchas de las maisons históricas y más famosas del mundo para la producción de esta extraordinaria burbuja. Charles Heidsieck es el más pequeño de los grandes, pero probablemente el más prestigioso de los que llevan el glorioso nombre de Heidsieck, una gran familia con varias bodegas. Fue fundada por Charles Camille allá por 1851. La excelencia de las etiquetas producidas, combinada con hábiles estrategias comerciales, sancionan el gran éxito de la maison en todo el mundo a lo largo de los años. Por ejemplo, Charles Camille fue de los primeros en conquistar el mercado estadounidense, tanto que fue considerado una leyenda entre los productores y se ganó el apodo de Champagne Charlie. Hoy la maison, que ha entrado en la órbita del gran grupo financiero Epi Group junto a su hermana Piper-Heidsieck, sigue siendo un referente en el mundo de Champòagne. La maison Charles Heidsieck ha sabido mantener, sin interrupción, una gran reputación a lo largo de más de dos siglos de historia, gracias sobre todo a chefs de cave de gran valor como Thibault, Roset y Brun. Símbolo y orgullo de la maison son las grandes bodegas subterráneas de yeso que se extienden a lo largo de más de 8 kilómetros de túneles y que están incluidas en el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Millones de botellas reposan en estas catedrales subterráneas, sometidas a una crianza sobre lías que, a partir de un mínimo de cuatro años, puede llegar incluso a los cuarenta años de crianza sobre lías. El estilo de Champagne Charles Heidsieck es inconfundible: una síntesis de armonía, elegancia, complejidad. El tiempo es el mejor aliado: "para nosotros, el tiempo es la cuarta vid", reza uno de los lemas de la maison. Esto significa que todas las botellas producidas están dotadas también de una gran longevidad, así como de una elegancia indiscutible, lo que las hace complejas, intensas y dotadas de una gran persistencia.