Rivetto

Todo comenzó con la actividad del bisabuelo Giovanni, quien a finales del siglo XIX comenzó a comercializar vino en un pequeño emporio de alimentos en la zona de Asti. Fue su hijo Ercole quien en 1921, entonces veinteañero, dio nueva vida a la empresa con su previsión y frescura. Junto a su hermano Nando se trasladó a Alba, donde alquiló una pequeña bodega en el centro histórico y comenzó a comercializar los vinos elaborados con las preciadas uvas autóctonas de la zona, experimentando a su vez con el proceso de vinificación. Dado el éxito del oficio primero y de sus experimentos después, en 1939 compra la Tenuta Loirano y da el auténtico salto de calidad; algunos de los terrenos plantados de vid más adecuados en la denominación Barolo siguen perteneciendo a la referida finca. Con el paso de los años, será el hijo quien se hará cargo del negocio familiar y seguirá al nieto, elevando a cuatro las generaciones que la familia Riveto ha dedicado a la causa de los grandes vinos en Langhe. Hoy, más de un siglo después de que todo comenzó, la empresa sigue teniendo un enorme respeto por su tierra, trabajando en nombre de la ecocompatibilidad y la independencia energética, con fuentes de energía alternativas, renovables y materiales totalmente naturales. Es en este contexto que nacen vinos que encierran al mismo tiempo la poesía de una historia antigua y la actualidad de una nueva filosofía, pero sobre todo que respetan la identidad de la variedad de uva y las mejores peculiaridades del terruño de origen. .