San Leonino

La parroquia bautismal de San Leonino in Conio (conjunto de terrenos anexos a la iglesia) se menciona en varios documentos históricos, datando el primero de ellos hacia el año mil. En ese momento, la estructura era parte de la diócesis de Fiesole, pero al estar en la frontera entre Florencia, Siena y Volterra, siempre estuvo en el centro de disputas para obtener el control. Sobre todo porque la finca anexa al Borgo y situada en una zona estratégica, en una colina bordeada por el arroyo Staggia y el foso de Gena, gozaba de una situación económica muy próspera, como atestiguan los "diezmos", los impuestos de la época, pagados hasta finales del siglo XIII. Al final de todas las disputas territoriales entre Florencia y Siena, la iglesia entró definitivamente en el estado florentino y se convirtió en una de las piedras angulares de la Liga de Chianti, como se desprende del estatuto de 1384. En la época moderna, sin embargo, desde los años cincuenta del pasado siglo siguieron varias propiedades comerciales hasta la llegada, en 1994, de la familia Angelini, actual propietaria del grupo de bodegas Dominios Bertani, del cual forma parte San Leonino. La filosofía de producción ve la vid y el territorio como piedras angulares, utilizadas para dar lugar a la austeridad y la elegancia y, por lo tanto, a recordar la tradición más auténtica de Chianti Classico. Sangiovese es puro en los cuatro vinos que componen la gama de productos: Chianti Classico Al Limite, Chianti Classico Riserva Monsenese, Gran Selezione Salivolpe y Governo all'Uso Toscano di San Leonino. Artesanía, pasión e investigación se ponen al servicio de esta noble viña para elaborar auténticos vinos indisolublemente ligados a esta tierra y su historia.