Fabio Perrone

La historia de esta bodega comienza en los años 60 con una pequeña producción típicamente artesanal, o cuando Mario elaboraba vino en su pequeña bodega, destinado al consumo de familiares y amigos. Con el paso de los años, su hijo Mauro, contagiado de la pasión de su padre, también empezó a colaborar en la bodega y, en 1986, inició la elaboración de vino embotellado, especializándose en el producto típico de la zona, el Moscato d'Asti. Estamos en Santo Stefano Belbo, una tierra que ha inspirado a grandes escritores como Cesare Pavese, donde durante varias generaciones la familia Perrone ha dirigido con orgullo y pasión profunda una empresa de 19 hectáreas que reúne los mejores sitios de este anfiteatro montañoso natural, también cultivando todas las demás uvas locales, por lo tanto, Barbera, Nebbiolo, Dolcetto, Favorita y Brachetto. Hoy la bodega está firmemente dirigida por Mauro, apoyado por su esposa Bruna y sus infatigables padres Mario y Maria. La hija Sabrina, en cambio, se encarga de la parte contable. El último en incorporarse a la empresa fue su hijo Fabio que, tras graduarse en la Escuela Enológica de Alba, aprovecha sus estudios aprovechando todo lo que le han legado las generaciones anteriores. La familia Perrone, por lo tanto, se ocupa personalmente de todo el ciclo de producción, desde la gestión de los viñedos hasta el envasado de la botella. La empresa cree en la sostenibilidad, tanto en los viñedos, para los que apuesta por un enfoque "verde", como en la bodega, que ha sido equipada con un sistema fotovoltaico para la recuperación de energía. Moscato d'Asti, como ya se ha dicho, es un vino de referencia en cuanto a producción; representa, de hecho, para Fabio Perrone el origen de su propia historia vitivinícola. Desde un principio, la empresa ha creído mucho en este vino típico, maltratado por público y crítica desde hace años, ofreciéndolo también en versión pasa; los viñedos están en el corazón de la denominación con uvas de los viñedos ubicados alrededor de los municipios de Santo Stefano Belbo, Castiglione Tinella y Coazzolo d'Asti donde Moscato es el vino dulce por excelencia.