Anselmi

La bodega Anselmi inició su actividad a principios de siglo con el abuelo de Roberto, actual propietario. Desgraciadamente, la crisis económica ligada a la Guerra Mundial le obligó a vender todos los viñedos y su hijo, que mientras tanto había construido una gran bodega para embotellar y vender vinos, siguió con el negocio sin tierras ni viñedos.
Roberto entonces se hace cargo del negocio de su padre, pero con el sueño de volver a comprar los viñedos de su abuelo ya los pocos años logra sacar adelante el negocio, alquilando y comprando terrenos en los alrededores.
Roberto tiene un objetivo más: hacer vinos de alta calidad revalorizando el vino local, es decir, el Soave que ciertamente no gozó en su momento, en los años 70 y 80, de la fama de vino de calidad que puede presumir hoy. Anselmi comienza entonces a aplicar estrictas estrategias de trabajo en el viñedo, y luego en la bodega; crea viñedos de alta densidad por hectárea, lleva a cabo la selección de clones de Garganega menos productivos y más aromáticos (la uva con la que se produce el soave), la reducción del número de racimos por planta, la vinificación con atención al detalle y otros elementos , inusuales para su zona, pero que apuntan a producir grandes vinos. Desgraciadamente su concepción choca con la del Consorcio Soave Doc, por lo que Roberto renuncia a la denominación y pone a sus vinos el nombre de los viñedos, degradando la denominación de DOC a IGT. Después de los primeros períodos de comprensible dificultad, el mercado le da la razón: sus vinos son apreciados en Italia y en el mundo, con el 70% de la producción que, progresivamente, se vende en 25 países diferentes. Las etiquetas que se hacen hoy son solo 5: 3 tipos de Soave, un passito fantástico y un tinto muy elegante e intrigante. Realmente vale la pena probar vinos!