Nicolas Maillart

La historia se remonta a 1753, cuando los antepasados de la familia Maillart cultivaban vides en el cercano pueblo de Chamery. Con mucho empeño, dedicación y, sobre todo, mucha pasión, hoy hemos llegado a la novena generación que, en la persona de Nicolás, dirige con firmeza la empresa; volvió en 2003, habiendo finalizado sus estudios de ingeniería y enología. Así continúa una tradición de casi trescientos años y mantiene intacta la filosofía de la maison, que es sacar todo el potencial del terruño de referencia en sus vinos. Desde 2009, la apuesta por una producción medioambientalmente sostenible se ha convertido en una auténtica necesidad; los proyectos comenzaron con la construcción de 130 metros cuadrados de paneles fotovoltaicos, que representan una producción equivalente al 90% del consumo total de la maison. Al final de un largo acercamiento ecológico-ambiental, la casa Maillart se certificó como HVE (Alto Valor Ambiental) y viticultura sostenible, un gran reconocimiento tras las inversiones económicas realizadas. La empresa posee viñedos únicamente en los exclusivos Premier y Grand Cru de las colinas de Reims y, habiendo adquirido, a lo largo de muchas generaciones, una gran experiencia en la gestión de viñedos, ha adquirido un gran dominio en la selección de las mejores uvas. Este elemento tiene un efecto profundo, en un sentido positivo, sobre la calidad del champán producido. En línea con la tipicidad de la zona, los viñedos son en su mayoría Pinot Noir (75%) y el porcentaje restante en Chardonnay: el primero sirve para darle fuerza y sustancia, el segundo para completar su finura. En la bodega, se presta especial atención a todas las etapas de la producción, controlando regularmente el progreso y adaptando las prácticas posteriores. La vinificación y maduración se realizan tanto en depósitos de acero como en barricas de madera, dependiendo del origen de la uva. Los vinos "reserva" también se envejecen parcialmente en barrica para aumentar su complejidad. A la hora de crear la cuvee, teniendo una gran variedad de vinos para elegir, existe la posibilidad de crear Champagnes de una calidad constante, pudiendo conservar también aquellos que son muy originales y especialmente expresivos, es decir, los mejores” millesimati".