Brezza Giacomo

Nacida en 1885 del hábil trabajo de Giacomo Brezza, la bodega es uno de los nombres históricos de Barolo; hablamos de un productor que ha sabido confirmarse, año tras año, en lo más alto de la producción de Langa. Enzo Brezza, representante de la cuarta generación, puede contar hoy con 25 hectáreas de tierra destinadas a viñedos, cuidadosamente manejadas en pleno respeto del equilibrio del medio ambiente, la naturaleza y el ecosistema, para mantener las plantas y la tierra sanas y fértiles. La filosofía de la familia Brezza es fácilmente comprensible: producir grandes vinos tintos respetando plenamente la naturaleza. De ahí la elección de la producción ecológica, entendida como un valor ético y cultural y no como una herramienta de venta. Al trabajar exclusivamente con uva propia, la empresa consigue tener una producción en torno a las 80.000 botellas al año, etiquetas que nacen casi en su totalidad de crianzas plurianuales. Entre las hileras, el cuidado es maníaco y minucioso, la poda es tan adecuada como certero el aclareo, se utiliza el compostaje y se emplean abonos verdes y se utilizan sabiamente los medios mecánicos. Durante la vendimia, las uvas se recolectan solo cuando alcanzan el grado adecuado de madurez. En la bodega, sin perder nunca de vista la tradición y la tipicidad, se utiliza el más moderno equipamiento enológico. Los vinos nunca se filtran ni clarifican y la crianza se realiza en grandes barricas de roble de Eslavonia, construidas con duelas dobladas al fuego, pero sin tostar. La producción incluye las clásicas vides tintas piamontesas (Nebbiolo, Barbera, Dolcetto y Freisa) y Chardonnay como única excepción "blanca". La familia Brezza también dirige un restaurante y un hotel a pocos pasos del centro de Barolo, donde es posible visitar un pequeño museo histórico que contiene todos los equipos utilizados en el pasado para trabajar en la viña.