Frescobaldi

La historia de la familia Frescobaldi comienza hace más de mil años y está íntimamente ligada a la historia de la Toscana. En el apogeo de la Florencia medieval, los Frescobaldi extendieron su influencia como banqueros, lo que les valió el título de tesoreros de la corona inglesa. Un poco más tarde, con el florecimiento del Renacimiento, se convirtieron en mecenas de importantes artistas y obras en Florencia, como la construcción del puente de Santa Trinità y la basílica de Santo Spirito. La creatividad y la búsqueda de la excelencia se han transmitido a lo largo de los siglos en todas las generaciones de la familia. Con gran apertura hacia el futuro, los antepasados de la familia introdujeron en la Toscana en 1855 vides entonces desconocidas como Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir y Chardonnay. El siglo XX se caracteriza por la acción de Vittorio, Ferdinando y Leonardo Frescobaldi, quienes hicieron una importante contribución para elevar la Toscana a un lugar de excelencia para la viticultura. Hoy ha tomado el relevo Lamberto Frescobaldi quien, gracias a su larga experiencia técnica, tiene como objetivo fortalecer aún más la singularidad de los vinos de cada finca familiar. Hoy Frescobaldi posee 1200 hectáreas de viñedos, ubicados en 5 fincas, con terrenos particularmente aptos para la producción de vino, que se extienden alrededor de los antiguos castillos de la propiedad. El nombre Frescobaldi conlleva la responsabilidad de cultivar lo mejor de la diversidad toscana, a través del cultivo ecosostenible de la tierra, para producir vinos finos que representen perfectamente y muestren plenamente la diversidad de las propiedades familiares.