Galardi

La historia de Galardi es, en cierto modo, diferente a la de muchas otras bodegas que han nacido en Campania en las últimas décadas, liberadas de la concesión como reacción a una remuneración de las uvas que ya no se corresponde con los esfuerzos en el viñedo.

Al acercarse por primera vez al vino, Dora y Arturo Celentano, Maria Luisa Murena y Francesco Catello estaban firmemente convencidos de que podían hacer algo importante por su territorio, y lo hicieron. El reto era producir un vino "internacional" por vocación, experimentando con dos variedades absolutamente autóctonas, como la Aglianico (80%) y la Piedirosso (20%). La colaboración con Riccardo Cotarella comenzó casi de inmediato y continúa hoy cuando Terra di Lavoro se ha convertido en “ un vino que no desdeña competir con los grandes toscanos y piamonteses ”.

La empresa, fundada en 1991 y certificada orgánica desde hace algunos años, está ubicada en la aldea de San Carlo di Sessa Aurunca , en la provincia de Caserta, cerca del Parque Regional Roccamonfina. Los viñedos, que alternan con olivares y bosques de castaños, se encuentran a unos 400/500 metros de altitud y miran hacia el golfo de Gaeta, a unos veinte kilómetros.

“ Le debo mucho a este vino ”, jura Riccardo Cotarella. Pero el vino de Campania también le debe mucho a Galardi y Terra di Lavoro, que merecen un crédito, ciertamente no exclusivo, por haber puesto de relieve un distrito vitivinícola prácticamente desconocido (o casi desconocido) hace unos veinte años y que hoy es, sin embargo, , entre los más interesantes del Sur.