Berlucchi

Hay preguntas capaces de cambiar el destino de personas y lugares.
“¿Y si hacemos un vino espumoso al estilo francés?” fue uno de ellos.

En 1955, el joven y volcánico enólogo Franco Ziliani se la entregó a Guido Berlucchi, un señor del campo. Berlucchi buscaba un asesor capaz de mejorar su Pinot del Castello y, en cambio, encontró al socio para una aventura gustativa que cambiaría el destino de Franciacorta. Ziliani quedó fascinado por la elegante figura de Berlucchi, por su elegante residencia, el Palacio Lana Berlucchi, y por la antigua bodega subterránea.
Su sueño de juventud era producir un método clásico en su tierra natal, Franciacorta, y se atrevió a proponer a Berlucchi la idea de un vino "burbujeante" en una zona acostumbrada a los vinos tranquilos. Berlucchi aceptó y a los dos pioneros se unió su amigo Giorgio Lanciani. El desafío comenzó y, luego de algunos años menos exitosos, en 1961 se sellaron tres mil botellas de Pinot di Franciacorta. Descorchados al año siguiente, resultan excelentes.
¡Ha nacido Franciacorta!

Berlucchi es hoy un gran símbolo de la excelencia italiana en el mundo, o la bodega que dio origen a la producción de vinos espumosos de método clásico en Franciacorta.

Hoy las bodegas Berlucchi están dirigidas por la familia Ziliani: Cristina, Arturo y Paolo han hecho suyas las enseñanzas de su padre Franco y han heredado el legado de Guido Berlucchi. Los viñedos propiedad de la bodega suponen una quinta parte de toda la denominación y ahora se encuentran en reconversión ecológica . Además de las 90 hectáreas en propiedad, Berlucchi gestiona otras 435, para un total que supera con creces las 500 hectáreas.

Pero el verdadero orgullo de la familia Ziliani lo constituyen las amplias bodegas subterráneas y, sobre todo, la bodega histórica, excavada a 10 metros bajo el nivel del suelo por los antepasados de Guido Berluchi en el siglo XVII. Aquí las botellas de vino espumoso encuentran el ambiente ideal para la crianza. Junto a las antiguas bodegas se encuentra el Palacio Lana Berlucchi, una fascinante residencia del siglo XVI adornada con frisos, frescos y muebles antiguos.